Si pensamos en Andalucía, es inevitable pensar en el tapeo. De hecho, que exista un verbo como «Tapear» sacado del sustantivo «tapa», remarca la importancia de esta costumbre y lo interiorizado que está en nuestra cultura.
Quizás te preguntas qué es.
Como buena gaditana devota y practicante de esta tradición, te diré que es una filosofía de vida. Va más allá del simple hecho de comer o beber algo. Es socializar, disfrutar de tu gente. Es un espacio de encuentro, de compartir tus historias y hasta el mismo plato. Es la excusa perfecta para pasar un tiempo, por breve que sea, con tu gente.
No lo confundas con el aperitivo, ya que no sirve para abrir boca con una bebida alcohólica antes de la hora de comer. Las tapas pueden incluso sustituir el almuerzo o la cena.
Cuando una persona de Andalucía dice «Vámonos de tapas» está diciendo «tengo ganas de verte y charlar contigo». La intención no es tomarse algo, es encontrase con las personas que quieres. Es estar minutos u horas relacionándose. La tapa aparece para acompañar ese tiempo.
La idea, también, es hacer una ruta. Es cambiar de bares. Ya sea para unirse con otras personas, para ver otras caras o para descubrir otros manjares. Irse de tapas no es sentarse a comer. Puede que quizás ni te sientes en horas. La idea es, como ya dije, socializar. Y si te puedes tomar algo, pues mejor.
Aunque actualmente es una costumbre extendida en casi todo el territorio español, hay que decir que si de verdad quieres entender esta tradición, tienes que venir al Sur, donde en algunas zonas incluso puedes encontrar con tu bebida tapas gratis. Es en el Sur donde nació este modo de vida.
De hecho, se cuenta que se originó en Cádiz cuando el Rey Alfonso XIII andaba por aquí. ( https://cadizexperiences.com/historia-tapa/)
¿Te apetecen unas tapas? Pues vente conmigo, no encontrarás mejor guía que yo, créeme.